En la inauguración del blog os hablábamos de la ingenuidad del entonces futuro Carlos IV. Era “uno de los Borbones de más corto entendimiento de cuantos se han sentado en el trono de España [..]” según el Marqués de Villa-Urrutia. A Carlos IV le casaron con su prima hermana, María Luisa de Borbón, siguiendo la costumbre típica de los Borbones de hacer casamientos con parientes. Así se explican algunos de los ejemplares que han reinado en España, verdad?
De María Luisa de Parma hay muchas descripciones, algunas muy favorables y otras menos, pero viendo los retratos de Goya queda claro que muy agraciada no era. Y en cuanto a su carácter, gustos y aficiones, según Roger Madol era una “Chulapona desgarrada, maja bravía donde las hubiere, buscadora perpetua de las sensaciones viriles
de los apuestos cortesanos que la rodeaban y de los más granados guardias de Corps.” No sé si sería cierto, pero cuando el río suena...
El caso es que la feliz pareja se casó y se dedicaron a disfrutar de la posición de Príncipes de Asturias, qué hermoso es todo!!
En 1788 un guardia de Corps de la escolta del heredero y señora tuvo una caída del caballo que montaba. Lleno de coraje, lo dominó y volvió a cabalgarlo. Los príncipes se interesaron por su estado y lo invitaron a palacio para conocerlo. Manuel Godoy acababa de entrar en la vida de los príncipes.
Desde ese momento, el pacense comenzó a ascender en una carrera meteórica. En los mentideros pronto se empezaron a relacionar tales éxitos con la alcoba de la reina.
El caso es que ya tenemos la figura de Godoy como favorito de la soberana. De entre todos los amantes que se le achacan a la reina, éste es desde luego el más famoso. Paso a
contar dos episodios que le dan credibilidad al asunto:
Dézert nos cuenta que la reina se ha distanciado temporalmente de Godoy tomando entretanto como favorito a un tal Mallo. Carlos IV le preguntó a Godoy
“- Manuel, qué pasa con este Mallo? Todos los días le veo coches nuevos y nuevos caballos. ¿De dónde saca tanto dinero?-“
- Señor – contestó Godoy- Mallo no tiene un ochavo; pero se sabe que lo mantiene una vieja, fea, que roba a su marido para pagar a su amante -
El rey rió a carcajadas, y dijo a la reina, que estaba presente:
- Luisa, ¿qué piensas de esto? -
- Por Dios, Carlos – repuso la reina- ¿No sabes que Manuel siempre está de broma? -
Tenía que ser un poco chulesco y borde este hombre. Y si no, mirad la segunda anécdota:
Real Sitio de Aranjuez. Marzo de 1808
Un tal Gálvez Cañero cumplía guardia en un corredor de palacio cuando ve salir por una puerta a Carlos IV y detrás de él, a cierta distancia, a María Luisa y Godoy. Observó que la pareja iba como discutiendo, cada vez más acalorados, hasta el punto de que “pudo ver que Godoy, colérico, alzaba la mano e imprimía una sonora bofetada en la mejilla de la reina. Ésta no protestó; pero al ruido del cachete volvió la cabeza Carlos IV, que preguntó:
- ¿Qué ruido es ése? -
A lo que contestó María Luisa, que iba muy agitada y encendida:
- Nada: un libro que se le ha caído a Manuel-”.
Como si nada…